Bulbos

Bulbos

Creemos muy interesante la opción de cultivar plantas bulbosas a partir de órganos de reservas nutritivas que están bajo tierra y que ayudarán a la planta en la época más desfavorable. A partir de estos órganos de reserva se originará una planta nueva cada año. 

Los jacintos, que se caracterizan por su exquisito perfume, son muy fáciles de cuidar si cuentan con la temperatura y tierra ideal.

Los narcisos han sido cultivados en el Mediterráneo por su belleza e increíble fragancia. Crecen con fuerza y son muy resistentes a las enfermedades. 

Las freesias crecen rápidamente y en ocasiones se dispersarán por semilla en otras zonas del jardín.

A la hora de plantar los bulbos, elegiremos un lugar con suelo bien drenado y donde les dé el sol. Los plantaremos en grupos, para que sus colores llamen más la atención, pero sin cubrir grandes extensiones, ya que cuando no estén en floración, se nos quedaría un espacio vacío. Lo ideal es combinarlo con arbustos anuales.

En cuanto a la profundidad de plantación, ésta variará en función de la especie, pero siempre intentaremos que encima del bulbo haya una altura de tierra igual a lo que mida el bulbo en altura. La distancia de plantación varía entre 5-20cm, también en función de la especie.

Para plantarlos, usaremos una pequeña pala, aunque lo ideal sería un plantador de bulbos, teniendo en cuenta que la punta por donde sale el brote siempre quede hacia arriba.

A continuación lo cubriremos con tierra y lo regaremos abundantemente. Después los cuidados son mínimos y cuando llegue la época tendrás unas flores coloridas que darán alegría a nuestro jardín.

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